Las almas del pasado

"¿Y tú Simba, qué crees que son? ...

Alguien alguna vez me dijo, que los grandes reyes del pasado nos veían desde allá."

(El Rey León, Walt Disney)

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Sí, la acabo de ver. No obstante me dió el punto de partida para la entrada semanal (así es, ya regresé a la usual semana). Y es que reflexionemos un momento, si es cierto. ¿Qué dirían? Cambiemos la palabra reyes, por almas. Cualquier persona del pasado, que ahora desde las estrellas nos observan. Debemos suponer una cosa, como nos han estado viendo entienden nuestro mundo, quizás inclusive mejor que nosotros. Nos observan, y siguen concientes. Tienen un juicio, una opinión, tal cual como la tenían en la tierra. ¿Qué dirían sobre nosotros? ¿Sobre nuestra sociedad?

¿Qué dirían de una sociedad que relaciona la palabra "Nazareth" ya no con una ciudad donde algunos opinan estuvo Dios mismo (para mis lectores ateos, sólo finjan), sino con una mujer semidesnuda en un lugar "para hombres"en el centro de Monterrey? (Interesados, el panorámico se encuentra en Morones Prieto, cerca de la subdelegación 4 del IMSS). Una palabra ya no significa lugar de Dios, tierra histórica. Significa sexo. Y no que el sexo sea malo, pero en este caso significa que una mujer venda su apariencia y físico para ganar dinero. ¿Qué dirían? ¿Que tiene el derecho de hacerlo? ¿Que no importa? ¿Que "que chula está la huerca"? o ¿Qué desgracia?

¿Qué dirian sobre nuestras pláticas con los amigos, la familia? Porque, no sé si lo han notado, pero por ya un tiempo ha sido la misma conversación: "Si y luego los narcos.... el otro día la balacera.... luego el huracán...". ¿Sobre nuestros periódicos? AMANECE MUERTO.... LO QUE COMENZÓ COMO UN DÍA CUALQUIERA SE CONVIRTIÓ EN... ¿Dirían acaso que la tenmos fácil y que a ellos les tocó peor? ¿Dirían que progresamos? ¿Dirían que el artículo de periódico fue de calidad? ¿Dirían, así se hace Calderón, o quizás voto por voto, casilla por casilla? Seamos sinceros, alomejor les gusta la diversidad de los partidos, los duopolios de los medios de comunicación, el tratado de libre comercio, la guerra contra el narco. O quizás no.

¿Qué dirían sobre nuestras filosofías de vida? Esas de nacer, estudiar, beber, coger, trabajar, parir, educar, morir? ¿Preferirían a los modernos, o a los postmodernos? ¿Hakuna Matata, o Rafiki? Es posible que quisieran poner un estadio en la pastora, ah no, disculpen el lugar quedó deshecho por el huracán.... bueno, alomejor lo quieren en otro lado. Es también posible que estén a favor del sindicato de electricistas, de la guerra en Afganistán, del aborto, de la ley de Arizona SB1070. Y también es posible todo lo contrario. Algunos temas sí y otros no supongo, como en todo.

Y no estoy aquí para responder estas preguntas. Sólo quería reflexionar un poco. Imagínanse, ¿qué nos dirían nuestros antepasados viéndonos desde las estrellas? Orgullo, prejuicios (jejeje), decepción, entusiasmo, esperanza, miedo. No lo podemos saber. Y lo peor es que como Simba luego vamos a gritarles, a nuestro dios, a las bolas de fuego a millones de kilómetros, a las luciérnagas pegadas, a nuestros antepasados. Les gritamos que porqué no ayudan, porqué no hacen nada, porqué no están aquí.

Llega una tormenta mufasesca y nos saca de esa perspectiva. Nos llueve sobre mojado y, como dijo Ximena Peredo en una editorial en El Norte, nos rompe paradigmas. Llovió en Julio, en la canícula de Monterrey, para hacernos dar cuenta que las cosas no son como antes. Sólo nuestros antepasados podrían decirnos si mejor o peor, pero el punto es que ya no son las mismas. En estas semanas muchos regresamos a la vida académica y pronto al mundo laboral. Es ahora cuando decidimos si correremos a enfrentar nuestro pasado y presente, o si seguiremos intentando huir de ellos.