Tarde, pero Robert Frost

Después de las risas provocadas por mi chihuahueño la vez pasada, en esta ocasión les tengo una reflexión mía. Como que ando de ese humor; ya saben, la lluvia, las nubes, el viento. Mientras uno no tiene ni luz ni agua ni internet ni google ni facebook en su casa, sólo queda meditar. Les invito a leerla, y que me dejen sus comentarios abajo.

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Robert Frost escribió alguna vez (yo traduje): "Dos caminos comenzaban en medio de un bosque amarillo... y yo, yo tomé el camino menos transitado, y eso hizo toda la diferencia." Elemental mis queridos lectores, que Frost nos trata de decir que escojamos el camino correcto sobre el camino fácil (y más transitado). Qué apoyo más infructuoso. No me lo tomen a mal, de seguro en ocasiones nos topamos con esto y terminamos haciendo un acto heroico y digno de reconocimiento, pero la vida no es así siempre.

Si todo fuera tan fácil como dos caminos muchos tendrían una visión más confiada de la vida. Sería muy fácil. No me lo tomen a mal, ya saben que yo soy de los optimistas, y creo en que la humanidad tiene esperanzas, pero admitamos que uno nunca sabe dónde va a terminar. Hoy más que nunca sé que la vida se trata de decisiones. “Pictures of you, pictures of me, remind us of what we could have been…” dice una canción, y es cierta. El otro día vi una foto de cuando empecé teatro en la prepa. Fue chistoso como el festival de teatro sería el mismo día que un evento de Naciones Unidas. UN grupo estudiantil en la prepa, UNA decisión, UN impulso, UN deseo. No es nada…. ¿o sí? Aquel día que decidí dejar el teatro a un lado por Naciones Unidas modificó por completo mi vida, aunque yo no lo supiera. Ahorita mismo estuviera en esos posters de “vente a la carrera tal” como mi amigo cooler-than-you, o incluso en comerciales de cabello (admitan que yo lo valgo).

El mundo es diverso y más que un camino en medio del bosque es una avenida de una macro ciudad. Uno no elige donde nacer, en que familia nacer, a que escuela asistir… pero poco a poco todo se va convirtiendo en más decisiones. Tus amigos, tus reacciones, tus sueños, cada elemento va formando parte de quien eres y quién llegarás a ser.

Eso sí, la vida está llena de sorpresas e ironías. Resulta que me han invitado a participar en un programa, y le dudé. No quería acelerar en este carril hasta haber transitado los otros. Pero resulta que algunos carriles van y vienen y otros sólo puedes tomar la salida en una sola oportunidad. Éste es uno de esos casos. Lo irónico es que me encontré digitalmente con dos personas más quienes habían transitado ya por este camino. Me dijeron: “¡Tú métete! Vale la pena intentarlo, nunca sabrás de qué se trata si no entras. Mira, dicen muchas cosas del programa, pero no importa, tú métete y si no te gusta te sales y ya.” Déja vu. Esas mismas palabras me fueron dichas hace tres años, cuando daría mi alma a un ser Internacional el cual cubría cada extremo del planeta con sus sombras. Luché al lado de grandes Guerreros y obtuve finalmente la victoria. ¿La historia se repite? ¿O simplemente es ironía que llevo yo mismo usando esas palabras, textualmente para convencer a jóvenes a que se unan en la batalla contra aquel-que-no-debe-ser-nombrado?

¿A qué viene todo esto? Ni yo, ni Robert Frost lo sabemos. Albus Dumbledore dijo alguna vez: “No importa lo que uno es por nacimiento, sino lo que uno es por sí mismo…” y también “son nuestras decisiones, más que nuestras habilidades, las que definen quiénes somos.” Estamos en tiempos de tormentas, hay veces donde no vemos el sol y parece que lloverá eternamente. Pero el sol siempre está allí y debemos buscarle. Las carreteras de nuestra vida siguen adelante, nos guste o no. Lo que sí nos toca decidir es por dónde transitar, con quiénes hacerlo y por cuánto tiempo hacerlo.

Me retiro, seguiré cantando “We are the World, we are the Children” y viendo la lluvia retirarse. ¡Vaya!, ya puedo ver la carretera, qué ironía…