Sobre este Blog...

Blog personal de un internacionalista. En ocasiones serias entradas sobre las RR.II, la ONU y la política. En otras, no tanto... (Gandalf, Patos y cosas peores)

24 abril, 2011

Libre albedrío

Si ya sé ya sé, no había bloggeado en AÑOS.... supérenlo ¿ok? Lo importante es que estoy de vuelta.
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La siguiente entrada la hago con el mayor respeto a toda persona que yo haya afectado alguna vez con alguna de mis decisiones.
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La película "Agentes del Destino", a pesar de ser un poco lenta, planteó sin alguna duda, una de mis temáticas filosóficas-almohadescas favoritas: el libre albedrío. No diré más de la película pues les llenaría del fenómeno identificado como "Spoiler" (en inglés) el cual significa, "ay perdón te arruiné que Matt Damon en realidad logra ver a los agentes de Dios quienes en realidad afectan todo nuestro universo y por ende no tenemos libre albedrío". ¡Uups! Bueno, ya entendieron mi punto. Aquellos más cercanos a mí sabrán que al principio de este mes tomé una decisión, a falta de mejor vocablo, difícil. No es algo que haya tomado a la ligera, o algo que haya hecho por impulso, a pesar de que sí necesité un impulso para hacerlo. Es curioso el ver, desde el futuro, las cuestiones que en un momento fueron presente y ahora son pasado.

Me preguntan, y claro, me pregunté, y me preguntaba, si sería, si fue, si es, una decisión "correcta". Aquí llega el primer análisis. ¿Correcto? ¿Qué es lo correcto? Por un lado está el caso de un examen donde tienes respuestas acertadas o respuestas incorrectas. Es decir, hay una opción verdadera, y otras que no cumplen los requisitos. Esto implica por lo tanto que algo es CORRECTO a comparación de, o a través de requisitos. Por ejemplo: 2+2=5 es incorrecto meramente porque la categoría matemática de pregunta establece que sólo hay UNA respuesta correcta. Otro caso es el de los requisitos: Si pregunto ¿prefieres 7up o Sprite? (Decisión infame que todos sufrimos alguna vez en nuestras vidas)  lo correcto sería escoger aquel que cumpla con tus requisitos: olor, tacto, sabor, etiqueta preferida, costo y forma de la botella.

Y sin embargo en la vida real, lo correcto no basta sólo desde una perspectiva. Segundo Análisis: Es claro que nuestras acciones y nuestras decisiones terminan indudablemente afectando a un 2do y a veces a un tercero. Me atrevo a decir que mis estudios en la carrera me han confirmado esto. Estamos todos conectados de alguna forma u otra, y nuestras acciones terminarán influyendo en el panorama más amplio. La teoría del caos y el efecto mariposa parecen ser ciertas en cuanto a nuestras decisiones. ¿Tenemos libre albedrío?  ¿Hasta qué punto? Si Dios (amigos ateos finjan que existe un momento por favor) conoce ya el futuro, por lo tanto conoce ya nuestra decisión antes de que la tomemos, y por lo tanto no la tomamos nosotros porque ya se había tomado. A menos claro que Dios pueda ver TODAS nuestras posibles decisiones, en cuyo caso Dios no ve EL futuro, sino TODOS LOS posibles futuros. (La teoría de los universos paralelos obvio se expande en el sentido de que cada decisión es, provoca más bien, un universo).

Ahora, inclusive si eliminamos a Dios (Zeus, Allah, Iahvé o Flying Spagguetti Monster, como gustes llamarle) de la ecuación tenemos sin embargo al "otro". Un ente el cual quiere tener el mismo libre albedrío que el "Yo".  Ah genial, complíquenmela. Si el "otro" quiere ir en un viaje en tren, pero yo quiero irme en bicicleta, ¿acaso no se canceló una oportunidad del libre albedrío? Creo que sí (pero yo que sé). No obstante se abre otra oportunidad, en vez de preguntarte si quieres o no ir en tren la pregunta se transforma en ¿Dado que la otra persona quiere ir en bici, tú qué harás? En ese sentido, el libre albedrío nunca es limitado a cierto número de preguntas, sino que siempre va a expandir una más al momento de eliminar una. 

Sé que sueno muy Weberiano, y me queda claro que los deterministas están teniendo una serie de infartos leyendo este texto, pero pues nimodo, según ellos no tomé ninguna decisión yo, sino que el sistema (social en el caso de Durkheim) tomó mis decisiones y provocó lo que tuviera que pasar.

Y dejando atrás lo lógico y lo racional, creo que mi verdadera conclusión es que es dificil tomar decisiones. Y la única forma de saber si fueron correctas o no (si es que hay alguna forma en absoluto) es dándole tiempo al tiempo. Por mi parte, me siento tranquilo. No podemos ver más allá de nuestras propias acciones. Pero sí podemos ver en retrospección a ellas quizás de una mejor manera. Por lo pronto, hay que seguir tomando decisiones, pues las que vienen, serán tan interesantes como el hecho de que de seguro "The chairman" en "Agentes del Destino" era Morgan Freeman, aunque nunca lo vimos.