Tras el titánico emprendimiento mío de empezar trabajos al mismo tiempo que estudio aprendí muchas cosas; entre ellas, que tengo límites. El semestre fue bastante pesado, y sin embargo no me arrepiento, había mucho que aprender, y aún tengo mucho que seguir conociendo. Sin embargo, claramente mi blog sufrió las consecuencias. Pues bien, una vez más he retornado, más ingenioso y más lleno de palabras que nunca. Lo importante será claramente, la constancia. Algo que nos hace falta a muchos, por ejemplo a los gobiernos, es la constancia. Comienzan algo, luego hay un cambio ligero y "puff" (mírenlo, hasta onomatopeyas usa el nuevo yo) se pudre el proceso. Es por eso que mi propósito de este 2011 será el tener un blog constante 365 días al año (una entrada semanal al menos, no exageren).
Ahora bien, aunque ya pasó la Noche Buena y el día capitalista de la Saturnalia (conocido mejormente como The Coca-Cola Company present Christmas) me pregunto: ¿y luego? Pensaba escribir esta primera entrada el 24 o el 25, pero francamente esos días son de una reflexión de más ambiente, es decir se tiene que estar con amigos, en familia, con la gente que amas. Seas católico, capitalista o no, lo importante es que tienes unos días libres y la escusa perfecta para apreciar lo que tienes. Ahora que ya pasó el 25, puedo reflexionar aquí con ustedes. Estas fechas no son celebradas igual en todo el mundo, y las diferentes creencias así como culturas enormemente afectan lo que son tanto las fiestas como las reflexiones de la Navidad y Año Nuevo. Buscando mi clásica neutralidad al asunto santacloseño me propuse a identificar una reflexión relativamente….. neutra.
No encontré ninguna francamente, pero al menos disfruté mucho de pensar en aspectos diferentes de Charles Dickens. Así que, para reiniciar mi blog propongo nos adentremos a las metáforas de los tiempos provenientes del clásico cuento de Scrooge. ¿Qué fantasmas visitarán mi blog hoy? Haré una generalización por supuesto, de interpretaciones que he visto y concluiré qué es lo que yo considero una buena reflexión en estas fechas.
El Pasado:
Nuestra reflexión comienza donde la cultura del oeste decide que comienzan las cosas: en el Pasado. El fantasma que se nos presenta es alguien pequeño, a veces andrógeno, y muy seguido representado con una pequeña vela de luz. La reflexión es muy clara: una memoria. Del pasado no nos queda mucho, de la historia, de lo que no es hoy y ya pasó, sólo nos quedan memorias. Las memorias colectivas de una sociedad, las grupales de una familia o un grupo de amigos, y las individuales. Estas fechas recuerda tu pasado, sonríele, observa fotos, platica con tus amigos y familia sobre sus pasados.
Presente:
Eso sí, quedarnos en el pasado no serviría de nada. El presente es un fantasma gordo, brillante, casi parece vampiro de tanto que brilla, e inclusive carga con una increíble antorcha en ocasiones. En mi perspectiva es una representación física del famoso “carpe diem”. El presente no es de reflexionarse, sino de vivirse. Salten, ríen, lloren, cuenten ese chiste malo, vean esa película que nunca verían, y bailen un poco: con o sin alcohol. Sin embargo el presente es rápido, un vistazo, no más, y quedarnos en él tampoco sería del todo sano.
Futuro:
Sin duda alguna es el más constante de los tres fantasmas en todas las interpretaciones de este cuento: la encapuchada…. ¿muerte? Lástima que no viene a presentarnos sus tres reliquias, sino que viene a mostrarnos lo peligroso que el futuro puede ser. Aunque ojo, esa visión es completamente dependiente del presente. Y ahí la clave. Mirar al futuro, temerle, o esperarlo no sirve de nada. Lo que hay que hacer al respecto es actuar. Por mi parte, escribiré, ya saben dónde.
Recuerden su pasado para actuar en el presente y forjar su futuro. ¡Felices fiestas y próspero año nuevo!
la conbinación perfecta siempre será meter los otros 2 en el presente, sin embargo hacer esto con cualquiera de los otros dos es simplemente redundante.
ResponderEliminarAtte:invisible