Bitácora Neoyorkina (Parte 1)

Más que un simple resumen sobre lo que viví en Nueva York, esta (o estas) entradas plantean reflexionar un poco sobre algunas circunstancias que rodearon el viaje. Espero lo disfruten y tengan algo de que discutir...

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Mi intención con esta entrada no es denunciar crímenes, ni es acusar a nadie, ni es quejarme de otras sociedades. Simplemente es un relato de lo que vi, aunque si me preuntan para una investigación lo desmentiré, no se trata de acusar a nadie.

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Reflexión 1: el "americanus blancus universiarius"

(Dícese de "typical college american")

La bruma en la ciudad no permitía ver suficiente; llegar a la gran manzana y que unas nubes no te dejen ver más allá de lo que ya estás acostumbrado a ver no es precisamente el mejor recibimiento (y se vuelve tétrico si cuentas todos los cementerios que pasas del aeropuerto a la isla de Manhattan). No obstante, estamos de acuerdo en que nada podría haber dañado mi optimismo por el viaje y mis reacciones de turista asiático, fotografiando cada uno de los aspectos posibles (sí lo hacen, en serio).

Al llegar al hotel, una estructura como cualquier otra por fuera, pero maravillosamente "high society" por dentro me encontré con los primeros "staffers" (organizadores). Lo interesante de los organizadores era nuestra diversidad: españoles, canadienses, mexicanos, japoneses, y estadounidenses. Éstos últimos siendo el 90% del staff se dividen en dos: los blancos, y los no blancos. Los no blancos son aquellos cuyas familias provenian de fuera (ese lugar tan temido por los estadounidenses). Ascendencias árabes, indias, chinas, japonesas (y en general ásiáticas) tomaban fácil la gran mayoría del grupo (70%).

No obstante, la mezcla se vuelve homogénea en manera de comporamiento. Y aquí sin duda alguna entraré en el territorio del libro "Stuff white people like"...

1) Tomar. Llegué a las 4 de la tarde a mi cuarto para abrir la puerta y encontrar dos jóvenes co cervezas en un estado "ok", pero peligrosamente cerca a ese estado donde estas sonriendo y no sabes porqué. A lo largo de mi viaje descubrí que si no tomas, sin duda alguna eres antisocial (o un inmigrante ilegal que no quiere llamar la atención). Me di cuenta que no pude conectar bien con algunos de los organizadores porque era externo, era foráneo. No sabían con qué bromearme, no sabían que decirme. Claro, hasta que tomé una botella de cerveza en el bar (ilegal tanto tomar como entrar a un bar antes de los 21 años, pero bueno ya que) varios cambiaron. "You drink, therefore you are one of us" parece ser el razonamiento.

2) Tocar los límites de la ley, y cruzarlos (aunque sea una vez). No era el único menor de 21 años quedaba muy claro. No obstante, TODOS sin falta me intentaron convencer de que fuera al bar. Es casi un ritual. Si te mantienes dentro de la ley sin duda algna querrás delatarlos a ellos por romperla. O eso es lo que creen. Por ende, si yo no entraba al bar con ellos en algun punto, no hubiera funcionado todo tal cual como lo hizo. Regresaban sin falta a las 2am que el bar había cerrado a dormir al cuarto, o a seguir tomando. "Sólo una vez" ya con eso, eres normal.

3) Hierba (de la buena). En una de esas "room parties" donde estan todos ebrios en un cuarto de hotel, llega el tema de las drogas. Me quedé callado dada la situación obvia de mi país, pero escuché lo que decían. "Sí pues yo ya la probé....", "¿Quién no?", "¿Haber, quien ya se ha drogado una vez?" Tres personas NO levantamos la mano, y yo era mexicano. Ahora, contrastando el tema de las drogas. Sé que si los EE.UU deja de consumir no será el fin mágico y maravilloso del fin de la violencia en México, pero me pregunto. ¿Por qué nos estamos matando? La droga supuestamente es "mala", no la queremos, los EE.UU no la quieren. Estamos en guerra para que yo no consuma, mis hijos no consuman, y que ellos y sus hijos no consuman. ¿O no? Me he mantenido a veces neutro ( a veces a favor, a veces en contra) con el uso de fuerzas armadas en nuestro país, pero al verlos platicar de las drogas como algo "bueno", "normal", "todo mundo lo hace" me pregunto si vale la pena que aquí nos sigamos matando...

4) Chistes de blancos. Éste último me sorprendió. Así como nosotros tenemos chistes racistas de los americanos, los gallegos los mexicanos mismos, ellos tienen comentarios racistas acerca de su pasado "apartheid". Un delegado me regresa una hoja diciendo que no la quería y mi moderadora le pregunta: ¿por qué, no es suficientemente blanca para tí? (Él era blanco nieve, y ella café hersheys). Y así hubo muchas ocasiones donde ese humor me llamó la atención.

5) Burbuja personal. Al saludarnos fue muy obvio ver de dónde venía cada quien. Una chica de república dominicana y yo nos dimos un abrazo enorme, con las españolas un beso en cada mejilla, ¿con los americanos y americanas? Un saludo con todo el brazo extendido "como si fuera entrevista de trabajo" me comentaba una amiga mía. Y mucha razón que tiene: los estadounidenses tienen una burbuja personal enorme, donde sólo ha abrazos o recargados en el hombro, tras varias cervezas y/o shots...