¡Yey! Que viva la política. Con esta entrada creo que Weber estaría orgulloso de mí. Mi queridísimo Durkheim, no te preocupes, algún día te tocará una.
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El GRAN problema de nuestro Sr. Presidente
Es quizás, el sistema democrático méxicano uno de los más frágiles en cuanto a la perspectiva internacional concierne. Olga Pellicer, en su discurso tras obtener el VII Premio a las Humanidades y Ciencias Sociales (2009) establece que a México se comienza a ver en el extranjero como un país peligroso, ya no como la promesa que antes era. Unas entrevistas con unos profesores chinos parecen confirmar este dato. ¿Qué pasó? ¿Por qué el régimen Méxicano, tan felizmente disfrutando de una "milagrosa democracia" en el 2000, ha decaído? ¿Cuáles son los conflictos que asedian al poder ejectuvio de la nación y por qué esta se ve imposibilitada de efectuarlos bien? Recordemos que hay muchísimas circunstancias, y que me sería imposible analizar todas, pero a mi humilde perspectiva, me enfocaré en que hay un problema (grande): falta de legitimidad.
Para aquellos que no están dentro de las ciencias sociales o humanidades les mencionaré que el concepto de las fuentes de legitimidad lo configuró Max Weber. Estableciendo que toda autoridad se basa en una legitimidad en su pueblo. Es decir, por una razón u otra, se mantiene el contrato social y se acepta a tal autoridad. Las fuentes d elegitimidad son:
1. Tradicional
2. Racional/Sistema
3. Carisma
(y para fines de este ensayo agregaré también a Vallès: 4. Resultados)
La reina de Inglaterra tiene legitimidad tradicional: simplemente su poder ha estado desde siempre y así será, por haber nacido realeza. Calderón, NO es una reina, y no goza de esta legitimidad.
Nuestro queridísimo Obama (quien recogerá su premio Nobel en unos días antes de postergar un nuevo tratado para resolver el calentameinto global) tiene una legitimidad por sistema. Los Estados Unidos, crearon sus leyes, formularon un sistema electoral, lo aplicaron, y Obama ganó. Punto. ¿Y Calderón? Verán, el grave problema desde los meros inicios de este puesto público es que fue acusado de ser un lider ilegítimo. Andrés Manuel Lopez Obrador le acusó de un fraude electoral, y la legitimidad de Calderón cayó. Por desgracia, para intentar sostenerse en pié se agarró del IFE, el cual no volvió a contar los votos y terminó por caer su legitimidad también. El PRD mató la legitimidad del PAN, y el PAN intentando salvaguardarse en instituciones las cuales apenas estan intentando formarse, terminó por matar al IFE. Ahora los ciudadanos ni creen que votar sirva (total, como sea hacen trampa y gana el que quiere), ni creen que Calderón haya ganado limpiamente. Nuestro presidente NO goza, de esta legitimidad pues.
Ghandi poseía claramente legitimidad carismática. No venía de ningún sistema, no encaró un gobierno ni conformó un partido. Simplemente movió a todos, el solo, con un poder interno. Esa cualidad, es la que Weber llamó carisma. Calderón pues, creo yo, goza cierto grado de esta legitimidad. Su imagen seria y de buen porte ha por lo general, mantenido a las personas en la idea de que sabe lo que hace y no está loco. Sean ciertas o no estas aseveraciones lo importante es la percepción ciudadana.
Hablando de percepciones, si aplicamos aquí la 4ta teoría de legitimidad (agradecemos de nuevo al político catalán) una autoridad puede obtenerla a través de resultados. Sin embargo, muchos ahorita mismo (ya escucho sus quejidos desde ahorita) no los hay. La toma de decisiones impopulares (como aumentar impuestos), la constante guerra contra el narcotráfico que parece no tener fin aunados a una crisis causada por nuestro vecino del norte (terriblemente mal manejada en México según los premios nobel de la economía) simplemente no ayudan en nada.
Lectores mexicanos: Primero, el otro día me llegó un mail (de esos de cadenita que se agregarán a mis 134565432 años de maña suerte) que Calderón prometió eliminar la tenencia y no lo ha hecho y que debemos quejarnos con él. Ojo, el sólo puede sacar propuestas, recomiendo más apelar al poder legislativo y darles un hostigamiento tal, que no les quede de otra. Segundo, ya no hay vuelta atrás, el país está en conflicto (como siempre) pero ahora es cuando debe de surgir entre nosotros la politización y gestión de conflictos como tal, dejemos de esperar que, como dice Jorge Carpizo, el presidente mágicamente resuelva todo. Y tercero, comienzen a guardar víveres para el 2012, porque o habrá una elección problemática o se acaba el fin del mundo.
Para aquellos que no están dentro de las ciencias sociales o humanidades les mencionaré que el concepto de las fuentes de legitimidad lo configuró Max Weber. Estableciendo que toda autoridad se basa en una legitimidad en su pueblo. Es decir, por una razón u otra, se mantiene el contrato social y se acepta a tal autoridad. Las fuentes d elegitimidad son:
1. Tradicional
2. Racional/Sistema
3. Carisma
(y para fines de este ensayo agregaré también a Vallès: 4. Resultados)
La reina de Inglaterra tiene legitimidad tradicional: simplemente su poder ha estado desde siempre y así será, por haber nacido realeza. Calderón, NO es una reina, y no goza de esta legitimidad.
Nuestro queridísimo Obama (quien recogerá su premio Nobel en unos días antes de postergar un nuevo tratado para resolver el calentameinto global) tiene una legitimidad por sistema. Los Estados Unidos, crearon sus leyes, formularon un sistema electoral, lo aplicaron, y Obama ganó. Punto. ¿Y Calderón? Verán, el grave problema desde los meros inicios de este puesto público es que fue acusado de ser un lider ilegítimo. Andrés Manuel Lopez Obrador le acusó de un fraude electoral, y la legitimidad de Calderón cayó. Por desgracia, para intentar sostenerse en pié se agarró del IFE, el cual no volvió a contar los votos y terminó por caer su legitimidad también. El PRD mató la legitimidad del PAN, y el PAN intentando salvaguardarse en instituciones las cuales apenas estan intentando formarse, terminó por matar al IFE. Ahora los ciudadanos ni creen que votar sirva (total, como sea hacen trampa y gana el que quiere), ni creen que Calderón haya ganado limpiamente. Nuestro presidente NO goza, de esta legitimidad pues.
Ghandi poseía claramente legitimidad carismática. No venía de ningún sistema, no encaró un gobierno ni conformó un partido. Simplemente movió a todos, el solo, con un poder interno. Esa cualidad, es la que Weber llamó carisma. Calderón pues, creo yo, goza cierto grado de esta legitimidad. Su imagen seria y de buen porte ha por lo general, mantenido a las personas en la idea de que sabe lo que hace y no está loco. Sean ciertas o no estas aseveraciones lo importante es la percepción ciudadana.
Hablando de percepciones, si aplicamos aquí la 4ta teoría de legitimidad (agradecemos de nuevo al político catalán) una autoridad puede obtenerla a través de resultados. Sin embargo, muchos ahorita mismo (ya escucho sus quejidos desde ahorita) no los hay. La toma de decisiones impopulares (como aumentar impuestos), la constante guerra contra el narcotráfico que parece no tener fin aunados a una crisis causada por nuestro vecino del norte (terriblemente mal manejada en México según los premios nobel de la economía) simplemente no ayudan en nada.
Sr. Presidente, habrá que pensar en muchas cosas para resolver la situación del país, pero le recomiendo empezar por allí: necesita usted tener legitimidad, si no, es como si ni siquiera fuera un presidente.
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Lectores mexicanos: Primero, el otro día me llegó un mail (de esos de cadenita que se agregarán a mis 134565432 años de maña suerte) que Calderón prometió eliminar la tenencia y no lo ha hecho y que debemos quejarnos con él. Ojo, el sólo puede sacar propuestas, recomiendo más apelar al poder legislativo y darles un hostigamiento tal, que no les quede de otra. Segundo, ya no hay vuelta atrás, el país está en conflicto (como siempre) pero ahora es cuando debe de surgir entre nosotros la politización y gestión de conflictos como tal, dejemos de esperar que, como dice Jorge Carpizo, el presidente mágicamente resuelva todo. Y tercero, comienzen a guardar víveres para el 2012, porque o habrá una elección problemática o se acaba el fin del mundo.
Me encanta el ultimo punto
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